martes, 14 de noviembre de 2017

«El padre ha perdido prestigio a medida que la madre ha adquirido autoridad»


«El padre ha perdido prestigio a medida que la madre ha adquirido autoridad»
Francisco Peñarrubia, primer presidente de la Asociación Española de Gestalt

Participó en el aniversario del Instituto Vasco de Gestalt, «una terapia que nació en oposición al psicoanálisis aunque tienen mucho en común»

IRATIZ VÁZQUEZ
Francisco Peñarrubia, psicólogo por la Universidad Complutense de Madrid y primer presidente de la Asociación Española de Terapia de Gestalt, participó ayer en el Hotel Amara Plaza de Donostia en el 30 aniversario del Instituto Vasco de Gestalt. En una charla-coloquio habló sobre la figura del padre. «La autoridad paterna está en crisis a todos los niveles, en parte porque los padres han delegado esa figura y quieren ser más amigos de sus hijos que educadores», asegura.
- Acaba de publicar el libro ‘La relación hurtada’ en el que aborda el tema de la paternidad. ¿Cómo se encuentra ahora la relación entre padres e hijos?

- Estamos teniendo una deriva un poco rara. Se ha pasado de una figura de autoridad absoluta a una especie de padre narcisista que no quiere coger la autoridad sino que se quiere convertir en un amigo del hijo. Esto tiene una serie de ventajas a nivel emocional porque hay más cercanía o comunicación, pero también hay más dificultades porque el hijo, como parte de su formación, necesita una figura de referencia ante la que enfrentarse, identificarse o pelearse.
«Se ha pasado de una figura de autoridad absoluta a una especie de padre narcisista»
- ¿Hay peligro de que los hijos se confundan?
- Está pasando y creo que la autoridad está en crisis a todos los niveles. En parte porque los padres han delegado ese rol. Generalmente, la gente que ahora está entre los 60 y 80 años ha tenido una educación bastante autoritaria y ha querido reaccionar haciendo un tipo de paternaje de colegueo. Pero es verdad que el principio de autoridad es una figura que el adolescente necesita para pelearse con ella y construirse. Por ello, se necesita una figura firme con la cual te puedas medir, con el que haya límites y puedas saber lo que debes y no debes hacer.
- ¿Pero dónde se ponen los límites?
- Los límites todavía no están claros pero si las cosas van por su cauce, me imagino que se irán colocando con el tiempo. Lo que ha pasado en las familias básicamente es que en muchos casos el rol de la autoridad lo adopta la mujer. Entonces, la del padre es un figura que queda como casi simbólica. Se ha quedado en un lugar sin sentido. Se está quedando en un papel irrelevante, de muy poco prestigio. Solamente lo podrá recuperar a través de su maduración personal.
- ¿El padre y la madre deben adoptar el mismo papel?
- Claramente son distintos. La madre tiene más un papel de nutrición, de calor y darle al hijo la sensación de que hay una pertenencia emocional. El padre debe sacar al hijo de esa endogamia de la madre a medida que va creciendo.
- ¿Qué consejo daría a alguien que está a punto de ser padre de un niño?
- Lo primero es que no se sienta excluido en los primeros meses, porque el vínculo entre el hijo y la madre es tan fuerte que se sienten como visitantes ajenos y eso les desanima. Pero conforme pasa el tiempo les diría que no dejen de estar a su lado.