domingo, 5 de marzo de 2017

Saber escuchar

"Cuando te pido que escuches y te pones a darme consejos, no estás haciendo lo que te he pedido. Cuando te pido que me escuches y te pones a decirme por qué no debería sentirme de ese modo, estás hiriendo mis sentimientos. Cuando te pido que escuches y te parece que debes hacer algo para solucionar mi problema, me has fallado, por extraño que parezca. ¡ESCUCHA! Sólo pedía que escucharas, no que hablaras o hicieras, sólo oírme… Cuando haces algo por mí que puedo y necesito hacer yo mismo, incrementas mi temor y mi sensación de ineptitud. Puedo valerme por mi mismo. No estoy indefenso. Tal vez desanimado y decaído, pero no indefenso. Pero cuando aceptas como cierto que me siento como me siento, por muy irracional que resulte, puedo dejar de intentar convencerte y pasar a la cuestión de comprender qué se esconde detrás de esa sensación irracional. Y, cuando eso está claro, las respuestas resultan obvias y no necesito consejos. Por favor, sólo escúchame. Y si quieres hablar, espera un minuto por tu turno, y yo te escucharé. "
.-Ralph Roughton-.