martes, 30 de enero de 2018

"Nos falta empatía con los hijos" Entrevista a Yolanda Gonzalez

"Nos falta empatía con los niños"

La prisa, el estrés, el cansancio y sobre todo el desconocimiento, son interferencias serias en la relación con los que más queremos.
Cristina Romero

Entrevistamos a Yolanda González. Ella es psicóloga especialista en clínica de adultos. Formadora en Promoción de la salud y prevención infantil. Autora de los libros "Amar sin miedo a malcriar. La mirada a la infancia desde el respeto, el vínculo y la empatía" (RBA) y "Educar sin miedo a escuchar" (RBA).

¿Tenemos miedo a malcriar a nuestros hijos?


Así es. Los tópicos y la presión social, es muy elevada en el tema de la crianza y educación. En mi práctica profesional, y también durante mi maternidad, sigo escuchando con demasiada frecuencia, expresiones como éstas:
"No lo cojas en brazos, que se va a malcriar y luego te pedira más y más""Déjale llorar, que lo hace para llamar la atención""Si cedes, se convertirá en un tirano", entre otras muchas afirmaciones que hablan de los tópicos educativos que arrastramos a nivel intergeneracional.
Estos tópicos generalizados, ejercen una presiónconsiderable en las familias que desean criar y educar desde el respeto a las necesidades emocionales de sus peques.
Padres y educadores, quedan confundidos ante un discurso social que inhibe las respuestas naturales de atención y cuidado afectivo, por desconocimiento del desarrollo madurativo infantil.
Hay mucha ignorancia sobre las auténticas necesidades emocionales y como gestionarlas desde la salud.
Es por ello, por lo que decidí escribir el primer libro, con este título "Amar sin miedo a malcriar. La mirada a la infancia desde el respeto, el vínculo y la empatía" (RBA) dirigido a padres, madres y educadores.
Antes de dejarnos arrastrar por estas presiones sociales en torno a como criar, podríamos preguntarnos: ¿Qué es malcriar?
Hay mucha confusión en relación a este término. Mucho juicio indiscriminado , que no diferencia lo que es cubrir las legítimas necesidades emocionales infantiles, de las "necesidades" consumistas de esta sociedad, que evidentemente son presentadas y manipuladas por intereses comerciales y ajenos al respeto de las necesidades profundas de la infancia.
Malcriar, es llenar las lagunas afectivas que viven las criaturas de nuestro tiempo, como es la necesidad de la presencia física y emocional de los padres, con tapones compensatorios consumistas: tv., chuches, tecnología diversa que les entretiene y malcría, aunque nos libere de acompañarles en el juego o en sus intensas demandas. Esto, es malcriar.
Dar afecto, coger en brazos, atender en llanto, escuchar profundamente sus demandas, nunca "mal-cría".
Las crías humanas, como cualquier otro mamífero del reino animal, necesitan sentirse segurosy atendidos en sus demandas afectivas, para desarrollarse con salud y bienestar. Los adultos, también necesitamos un clima de seguridad y afecto para sentirnos seguros y con bienestar emocional.
El amor, nunca malcría ni malcriará.


¿Qué dice la investigación que necesita todo niño para convertirse en un adulto seguro?

Desde la Teoría del apego (del psicoanalista inglés John Bowly) y de la Asociación de la que formo parte (I.A.N), se sabe que hay varios tipos de apego. El apego se forma en la primera infancia, cuando el cuidador principal ofrece confianza y disponibilidad afectiva y para ello, es imprescindible, una serie de características. La más significativa, es la "respuesta sensible del cuidador", que es un organizador psíquico fundamental.

¿Qué es la respuesta sensible?

Básicamente:
  • Es la capacidad de percibir las señales del bebé.
  • Interpretarlas adecuada y rápidamente.
  • Satisfacerlas.
Esto significa que, en la etapa bebé (desde el nacimiento a los dos años), y también más adelante, necesitan de una disponibilidad emocional y física incondicional por parte de la madre, el padre o cuidador principal.
Significa que el llanto de un bebé, jamás debe ser desoído por miedo a "malcriar" o crear dependencia.
Nacemos dependientes, es nuestra característica más sobresaliente de nuestra especie, en la primera infancia.
El llanto debe atenderse siempre, por ser el lenguaje emocional de que disponen los bebés para comunicarse con el exterior, del que dependen totalmente para la supervivencia física y emocional. El llanto, es una llamada de atención, en toda su extensión: "te necesito, ayúdame"Jamás, debiéramos ignorar una demanda tan instintiva en un ser tan vulnerable como es un bebé.

¿Escuchamos suficiente a nuestros hijos?

Vivimos en una sociedad muy estresada. Tenemos ocupado todo el día por trabajo y actividades diversas, que nos lleva a estar dispersos yendo como autómatas de un lugar a otro intentando llegar a todo. Y cuándo aparecen los hijos, el mundo se para. Todo cambia.
Los bebés y los niños pequeños (dos a seis años), no entienden nuestras prisas. Ellos están en su mundo, no porque sean egoístas, sino por son inmaduros y están aprendiendo a vivir. Su mundo y el nuestro, no tienen nada que ver, sin embargo a veces, los vemos como adultos en miniatura y nos enfadamos si "no nos entienden o si no nos obedecen".
Para escuchar, hay que parar. Hay que empatizar y ponerse en el lugar del otro, en este caso una criatura que se está formando y que percibe y siente las cosas de una forma totalmente diferente a la nuestra. Sin embargo, al desconocer como perciben y sienten, les tratamos y esperamos de ellos, lo que no corresponde por su proceso madurativo. Y ahí, sufrimos todos. Los adultos porque se desesperan, los pequeños porque no se sienten entendidos y por tanto respetados.

Pero es difícil una crianza contracorriente... ¿hasta qué punto necesitamos reunirnos con otras madres y padres en similar sintonía?

Si la sociedad fuera consciente de la responsabilidad de traer un hijo a este mundo, la formación previa a tener un hijo sería tan necesaria como cualquier aprendizaje en el ámbito profesional.
Cómo es posible que tengamos un hijo, sin que nadie nos ayude a comprender cuál es su proceso de formación emocional?
Si hubiera preparaciones adecuadas a la maternidad/paternidad, se evitaría mucho sufrimiento estéril en la primera infancia.
Superaríamos los patrones educativos transgeneracionales, que reproducen modelos educativos poco saludables. Habría una reflexión profunda, sobre el modelo de sociedad que queremos legar a nuestros hijos. Es decir, a nivel social y político, la prioridad sería favorecer una infancia sana, porque son el futuro de la humanidad, tal y como defendía Wilhelm Reich ya en los años 50, pionero en el parto natural y defensor de los derechos de la infancia.
Pero los intereses politicos, siempre miran hacia otro lado y la sociedad avanza muy lentamente en la comprensión y respeto de estos procesos emocionales infantiles, claves para el desarrollo de la salud integral.
Por tanto, un rotundo sí a tu pregunta. Las madres y los padres necesitan encontrar espacios de reflexión y crítica, donde desarrollar una mirada profunda y saludable a la primera infancia. Ya desde el embarazo, los grupos debieran desarrollar esta consciencia y la idea de continuum durante los procesos madurativos de toda la primera infancia: Grupos de embarazo consciente que favorezcan el parto natural y no violentogrupos de crianza y lactancia, grupos de madres y padres en todas las franjas de edad. Esa es mi práctica profesional, desde hace 25 años.

Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, pero en momentos de estrés tenemos reacciones poco adecuadas con ellos...

Efectivamente. La prisa, el estrés, el cansancio y sobre todo el desconocimiento, son interferencias serias en la relación con los que más queremos. Por eso mismo, los grupos de madres/padres, con una orientación profunda y crítica dónde existe un cuestionamiento de nuestra percepción y reacción, son muy necesarios.
No me refiero a los grupos de padres convencionales donde se dan charlas. Sino en los grupos, dónde los padres intuyen que les falta desarrollar la empatia y reconocen el desconocimiento de los procesos emocionales de la primera infancia.

Cuando no nos gusta lo que nuestro hijo hace ¿que podemos hacer si no queremos castigarle o caer en las broncas?


Este, es uno de los temas de los grupos de padres y madres, dónde existe consciencia. Lo habitual, es considerar que el niño, tiene que obedecer y punto. Tanto en casa o en la escuela. Es una tradición transmitida del modelo autoritario que no se detiene a reflexionar sobre "el por qué" es decir la causa de una conducta y lo que quiere es simplemente "educar", moldear a la criatura según su criterio. Pero... ¿Es adecuado y sano su criterio de obediencia incuestionable? ¿A qué responde? ¿Respeta el momento evolutivo de la criatura? ¿Genera confianza o por el contrario... miedo?

Si queremos potenciar vínculos seguros, niños razonables, los adultos somos los primeros que debemos ser razonables.
El castigo, se ha corroborado en multitud de investigaciones, genera humillación, sentimiento de culpa, además de sentimientos de rabia/odio, etc. y no es en absoluto educativo.
Los castigos duros o blandos ("sillita de pensar"), son reflejo de la impotencia de un adulto para gestionar adecuadamente una situación.
No digo que sea fácil. ¡Claro que no! máxime con la educación recibida y la falta de formación adecuada.
Pero es posible interactuar con la primera infancia sin castigos ni broncas innecesarias.

Cuéntanos cómo...

Lo primero y antes de nada, siendo conscientes de nuestra tendencia a caer en "acción-reacción". Esto, también nos ocurre en la interacción con el adulto. Ante un hecho, reaccionamos inmediatamente, desde nuestra niña herida, que se siente no tenida en cuenta, o no vista, por ejemplo. Y ahí comienza la batalla entre la criatura que se está formando y aprendiendo a conocer el mundo y el adulto que reacciona impulsivamente para corregir "lo que no le gusta". ¿Dónde está ahí, la reflexión, la comprensión, la empatía? Sólo hay acción, respuesta inmediata.
Todas las criaturas tienen sus motivaciones para actuar de una forma concreta aunque no lo entendamos.
Los que tienen un nivel de salud emocional, lo hacen desde el momento evolutivo en que se encuentran, que no es el nuestro. Los que actúan y reaccionan con agresividad, no escucha, etc... están demandando ayuda pues se han desviado del funcionamiento natural.
En ambos casos, el castigo no tiene sentido, pues agudiza el problema y la incomprensión y soledad de quién lo sufre.

Pero cada caso es un mundo. Y la interacción con la pequeña infancia, un arte.
Al menos, hay que empezar con la reflexión, con tratar de entender qué ha pasado en función de la edad madurativa y evitar reacciones adversas pues somos el modelo en quién se miran para aprender. ¿Fácil? en absoluto. Pero siempre posible. Los hijos y los alumnos son nuestros auténticos maestros.

En la actualidad, se habla del acompañamiento respetuoso ¿Podrías comentarnos en que consiste?

En mis libros, hablo de ello. Es una concepción de la crianza y la educación, en la que se conoce, observa y respeta el funcionamiento natural infantil que está en continua evolución.
Significa, no adiestrar ni conducir según patrones educativos que reflejan la máxima jerárquica del "yo sé, tú no sabes"
Significa, aceptar y cuestionar nuestro propio modelo educativo para mirar a la infancia desde el acompañamiento a sus procesos madurativos, sin dirigirlos ni forzarlos desde el exterior.


¿Significa "dejarles hacer todo"?

En absoluto. Hay una gran confusión al respecto. Hay modas educativas que oscilan desde el modelo del autoritarismo convencional a la permisividad total.
La linea educativa que propongo, siempre es el camino del medio. Esto significa estar presente emocionalmente, saber escuchar, respetar y conocer los procesos y sólo finalmente, saber poner límites.
Pero para poner límites, expresión demasiado utilizada ante cualquier conflicto, hay que saber "cuándo, cómo y por qué".
No podemos hablar de límites antes de los 2 años, con el clásico NO. Existen otros límites igual de eficaces que no confrontan a un bebé que no comprende lo que se le está negando. Es más inteligente, a partir de los tres/cuatro años, hacer acuerdos que caer en prohibiciones típicas con el No.
Nuevamente es un arte, que se puede desarrollar.

Si queremos que nuestros hijos/alumnos, sean más sanos y felices, tenemos que cambiar la mirada a la primera infancia. Ellos son y necesitan amor incondicional para desarrollarse adecuadamente, y para ello, es fundamental que la familia, la escuela y la sociedad, caminen coherentemente hacia una mayor escucha, empatía y respeto a los procesos emocionales infantiles.
No olvidemos que la primera infancia, es la base de la personalidad adulta. Los niños, son el futuro de la humanidad. Humanicemos nuestra mirada a la infanciadesde el conocimiento y respeto a sus necesidades emocionales, porque es la única esperanza que tenemos para legarles un mundo más sano y solidario que el actual.

¡Gracias!


http://www.mundotubebe.com/crianza/nos-falta-empatia-hijos_1302

domingo, 28 de enero de 2018

Cooperación y agradecimiento, protección y defensa, culpa y reparación. Vicenç Arnaiz



El niño entonces descubre, por suerte, que el Universo entero no está a su entero servicio de forma permanente. Percibe que su escala de urgencia no siempre está compartida. Y así se da cuenta que padres y madres no son un apéndice de su YO, que tienen puntos de vista e intenciones que no siempre coinciden con las suyas.
El descubrimiento del Otro, sembrado como experiencia íntima y desde el amor, lo abrirá a lo que constituye una de las dimensiones más humanas y que le aportará más experiencias de felicidad: la Alteridad.
Sabrá que las risas sólo son una gozada si son compartidas y sabrá del poder del consuelo para frenar el dolor y alejar la tristeza.
Se sentirá realmente competente cuando sepa colaborar y descubrirá la seguridad que aporta el agradecimiento.
Unirá para siempre jamás su protección a la pertenencia a un grupo donde él se sepa tanto acogido como cualquier de los otros. Sí, proteger y sentirse protegido son las dos caras de la misma moneda y sólo diferenciables en pequeños momentos del relato
Si esta “caída del trono” se produce con quienes no tiene profundos lazos amorosos quizás entenderá que esto de no poder ser el centro universal es por la falta de amor que le tienen y que no lo aman como se merece.
Todos sabemos hasta qué punto la Alteridad genera muchas más experiencias de felicidad que un YO obeso y adiposo.
Y todo empezó cuando un buen día padres y madres que aman con delirio a su hijo empiezan a ayudarlo a vivir momentos de espera y le van proponiendo asumir algunas contrariedades en el marco de su amor incondicional.


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domingo, 21 de enero de 2018

“Un niño es mucho más que un mero comportamiento”

Por Vicky Tovar


“Un niño es mucho más que un mero comportamiento”Pax Dettoni Serrano, antropóloga, politóloga y dramaturga, mitad aranesa mitad italiana, aparcó su carrera en cooperación internacional y microcréditos para prestar atención al crecimiento de las personas mediante la Educación emocional y el Teatro de Conciencia.
En 2010 funda Teatro de Conciencia y es autora de los libros: La inteligencia del corazónPuentes de perdón y Emociones ¡a escena!
¿Qué tiene de nuevo este programa contra la violencia? ;
No aborda la violencia, sino la convivencia; eso es ya un punto de partida diferente. Trabaja para que haya convivencia armónica en los centros escolares y, efectivamente, donde se da esa convivencia, respeto y tolerancia entonces no cabe el acoso ni la violencia escolar.
¿Ven al niño violento como agresor y también como víctima? ;
Las herramientas de que se les dota a toda la comunidad escolar son las de Educación emocional y de inteligencia del corazón. Con ellas comprendemos que aquella persona que agrede no lo hace porque sea “malo” sino porque ha recibido en su piel comportamientos agresivos de otros, lo que le convierte también en víctima. Un niño es mucho más que un comportamiento.
¿Por qué emplean el teatro? ;
En vez de hacerlo solo desde la explicación intelectual, se hace también a través del teatro, ya que así se practica y se ve esa gestión emocional. El teatro es esa herramienta lúdica y experiencial que permite integrar esos conocimientos.
¿Cómo fue el programa piloto? 
La realidad ha superado mis expectativas porque los niños de estas nuevas generaciones vienen con una “marcha” más. Han sido muy rápidos en comprender e integrar esos puntos de vista que hacen que el otro se convierta en un ser humano como tú, con sus virtudes y sus defectos. La semilla de la compasión ha encontrado en ellos tierra fértil. También los padres han estado muy abiertos.
Los profesores también reciben formación en este programa ¿Cómo les ve? 
Los adultos son clave en la Educación, pues los niños aprenden fundamentalmente de los modelos que ellos proveen. Si los profesores conviven en armonía entre ellos, hay más posibilidad que en los centros escolares haya armónica convivencia. En algunos claustros la violencia entre colegas es palpable, lo mismo sucede entre algunas familias.
¿La Educación emocional es todavía esa gran desconocida? 
Se puede hablar de muchas formas de la Educación emocional, para mí es tomar un bagaje teórico existente de cómo educar y educarse en las emociones, pero no desprovisto de una dirección y de unos valores. Por eso hablo de la compasión y del perdón, para educar las emociones hacia un fin concreto, que llamo inteligencia del corazón.



http://www.magisnet.com/noticia/26908/en-abierto/un-nino-es-mucho-mas-que-un-mero-comportamiento.html

sábado, 20 de enero de 2018

Los 5 SÍes y los 5 NOes del primer año de vida para un desarrollo cerebral pleno



Durante el primer año el cerebro del bebé crece y se desarrolla como no lo volverá a hacer. Aunque cada niño viene de serie con una genética que condicionará su carácter, su personalidad y su inteligencia, el contacto con los padres durante estos primeros 12 meses  facilita que estos genes se expresen y el niño alcance todo su potencial. En algunos aspectos como la capacidad para caminar, la influencia de los padres es pequeña, pero en otros como el desarrollo de la confianza es esencial y la actitud de los padres marcar el resto de su vida. Aquí tenéis 10 ideas clave para ayudar a un desarrollo pleno durante el primer año de vida de tu bebé.
SI, dedica mucho tiempo a estar con tu hijo. Cada minuto que paséis juntos durante estos primeros meses de su vida redundará en una mayor confianza y autoestima del niño. Además durante este primer año los bebés cambian muy rápido, es prácticamente pestañear y perderte algo, así que disfruta tanto como puedas junto a tu bebé.
NO dejes llorar al niño para que se duerma. Es fundamental que le consueles. No hace falta angustiarse ante el más mínimo llanto; es normal que el niño llore, aunque también es natural y normal atenderle y consolarle en nuestros brazos cuando esto ocurra (sea la hora de dormir o no). La atención al llanto del bebé es esencial para que el niño desarrolle un apego seguro. Desatender al bebé que llora puede provocar que el niño pierda confianza en tí y…en sí mismo.
SI, contacto físico. Algunos padres y madres son más besucones, achuchones y tocones que otros. Si abrazar y achuchar no es lo tuyo, te recomiendo que vayas rompiendo tus barreras emocionales porque el contacto físico entre la madre, el padre y el bebé es esencial para el desarrollo emocional e intelectual sobre todo durante el primer año de vida. Podéis meterle en vuestra cama,  darle un masaje, llevarle en un portabebés, tenerle en brazos, besarle, achucharle y hacerle todo tipo de pedorretas, pero aseguraros de tener un contacto íntimo con vuestro bebé porque su cerebro lo agradecerá.
NO le ofrezcas al bebé dispositivos electrónicos como tablets o teléfonos móviles. Sabemos que en algunos momentos puede ser difícil darle de comer y que la tablet puede obrar maravillas para que esté tranquilo. Sin embargo, en realidad lo que le estás enseñando es a distraerse con otras cosas cuando se tiene que concentrar en estar tranquilo y comer. Creemos que los niños que se exponen a edades tempranas pueden tener dificultades en el desarrollo de la atención. Por eso la Asociación Americana de Pediatría recomienda que no expongamos a los niños a dispositivos digitales durante los primeros 18 meses de vida.
SI, háblale. Está demostrado que los niños a los que se les habla con frecuencia tienen un mayor desarrollo a nivel de lenguaje en edades tempranas y, además un mejor vínculo afectivo. Puede que sientas que tu bebé no entiende nada de lo que dices, pero él o ella utiliza tus palabras para descifrar las reglas del lenguaje; qué sonidos comienzan una palabra, qué sonidos la suelen terminar, o cuáles por ejemplo, indican aprobación.
NO, le atosigues. A partir del sexto mes el bebé tendrá momentos de entretenimiento autónomo, ya puede agarrar objetos con sus manos, y pronto empezará a gatear. Para que aprenda a dominar su entorno necesita tener tiempo a su disposición para jugar, explorar y practicar con sus manos, piernas y volteos. Además dar espacio al niño para sus cosas es una regla fundamental para favorecer las funciones de atención y concentración. Si cada vez que está entretenido con algo realmente estarás consiguiendo captar su atención a costa de desconcentrarle de lo que estaba haciendo, así que si le ves entretenido déjale que siga a lo suyo. Observa y disfruta.
SI,  interacciona con él con normalidad. Aunque parezcan angelitos, los bebés son seres de este mundo y se benefician y disfrutan de estar en contacto con su entorno. Desde bien pequeños disfrutan de visitar el supermercado, de dar un paseo en el carrito o en un portabebés, de visitar a sus abuelos y a tus amistades. No se trata de no dejar al bebé ni un minuto tranquilo, pero tampoco de tenerle en una burbuja..es totalmente normal y saludable que el niño se exponga a todos los estímulos del mundo, siempre con tu apoyo y confianza.
NO intentes adelantar su ritmo de crecimiento. No le cojas de los brazos para que camine, ni le compres un andador; es mucho mejor que aprenda a caminar solo, cuando sus piernas tengan fuerza y su equilibrio esté desarrollado.
SI, juega mucho con él. El juego entre el bebé y su madre, padre, abuelos y hermanos es junto con la exploración libre la fuente más importante de conexiones durante los primeros años de vida. No sólo le permite aprender aspectos prácticos acerca de su entorno como por ejemplo la permanencia de los objetos sino que es una fuente de contacto, vínculo y afecto insustituible..¿o acaso eres capaz de jugar más de un minuto con un bebé sin besarle, pedorretearle o achucharle?
NO te enfades con tu bebé. El bebé es un ser inocente. Su cerebro no tiene la capacidad para tener mala intención o hacerte el día imposible. Por ello, aunque no te deje dormir, aunque llore justo cuando tu vas a ducharte, aunque  escupa la papilla sobre tu camisa…no te enfades con tu bebé. Utiliza tu calma para enseñarle a calmarse, tu paciencia para que sea paciente, tu tranquilidad para que esté sosegado y tu equilibrio mental para que poco a poco él o ella se vaya equilibrando. Si te cuesta mantener la calma y actuar de una manera positiva, puedes aprender aquí.
SI, puedes comenzar a poner pequeños límites (límites de bebé) desde bien pequeños. Los límites son importantes para su desarrollo y seguridad y si lo piensas bien probablemente ya lo estás haciendo. Apártale de los enchufes (o mejor pon un protector para que le límite), retírale la botella de lejía con un dulce “no cariño, esto no” o simplemente apártale la mano con ternura si te retuerce el pezón con demasiada fuerza. Como ves los límites del bebé son una muestra de amor y sentido común.
http://www.xn--elcerebrodelnio-crb.com/blog/los-5-sies-y-los-5-noes-del-primer-ano-de-vida-para-un-desarrollo-cerebral-pleno/

sábado, 6 de enero de 2018

PSICOMOTRICIDAD Y APRENDIZAJE


"Todo lo que se trabaja desde la psicomotricidad son requisitos necesarios para el posterior aprendizaje.
El aprendizaje se puede considerar como un tipo de relación objetal: el niño se relaciona con algo exterior a él, que es el mundo de la cultura y el conocimiento. Este tipo de relación, que es la que se da mayormente en un contexto escolar, estará muy condicionada por la manera como habrá establecido las primeras relaciones objetales con el exterior. Y este es un punto nodal que, de forma preventiva o terapéutica, trabajamos desde la psicomotricidad".
         

Josep Rota Iglesias

 (Libro: La intervención psicomotriz: de la práctica al concepto)

10 razones por la que los niños no deben usar dispositivos electrónicos antes de los 12 años

10 razones por la que los niños no deben usar dispositivos electrónicos antes de los 12 años

La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con esta tecnología, de 3 a 5 años restringirlos a una hora por día, y de 6 a 18 años a 2 horas por día.
Según Cris Rowan, terapeuta ocupacional pediátrica, bióloga y escritora “Los niños y jóvenes usan 4-5 veces más estos aparatos que la cantidad recomendada, con consecuencias graves y que con frecuencia amenazan su salud y su vida.
Estudios de la Fundación Kaiser y de “Active Healthy Kids”, Canadá, advierten que los dispositivos portátiles (teléfonos celulares, tabletas, juegos electrónicos) han aumentado de forma espectacular el acceso, uso y abuso de las tecnologías digitales, especialmente por los niños de muy corta edad.
“Como terapeuta pediátrica, estoy pidiendo a los padres, los maestros y los gobiernos prohibir el uso de todos los dispositivos de mano para los niños menores de 12 años”: dice Rowan.

Las siguientes son 10 razones basadas en estudios científicos para pedir esta prohibición. 

1. El rápido crecimiento del cerebro. 

Entre 0 y 2 años, los cerebros se triplican en tamaño en el niño, y continúan en un estado de rápido desarrollo hasta los 21 años de edad. El desarrollo temprano del cerebro está determinado por los estímulos ambientales, o la falta de los mismos.
La estimulación del desarrollo cerebral causada por la exposición excesiva a las tecnologías (teléfonos celulares , internet, iPads , TV), se ha demostrado que se asocia con la función ejecutiva y simultáneamente con déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y disminución de la capacidad de autorregularse, por ejemplo, rabietas.

2. Retraso en el desarrollo. 

El uso de estas tecnologías restringe el movimiento, lo cual puede resultar en retraso en el desarrollo. Uno de cada tres niños, ahora entran a la escuela con retrasos de desarrollo, afectando negativamente la alfabetización y el rendimiento en el aprendizaje. 
El movimiento de los niños, en cambio, mejora la atención y la capacidad de aprendizaje. El uso de la tecnología a la edad de 12 años es perjudicial para el desarrollo infantil y el aprendizaje, según estudios de especialistas citados por Rowan en su página web.

3. Epidemia de obesidad. 

La TV y los video-juegos se correlacionan con el aumento de la obesidad. Los niños a quienes se permiten dispositivos en sus dormitorios tienen 30 % más de incidencia de la obesidad. Uno de cada cuatro canadienses y uno de cada tres niños estadounidenses son obesos. 
El 30 % de los niños con obesidad desarrollan diabetes, y las personas obesas tienen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco temprano, lo que acorta la esperanza de vida. “En gran parte debido a la obesidad, los niños del siglo XXI pueden ser la primera generación de la cual muchos no van a sobrevivir a sus padres”, advirtió el profesor Andrew Prentice.

4. Trastornos del sueño. 

El 60 % de los padres no supervisa el uso de la tecnología de sus hijos, y al 75 % de los niños se les permite la tecnología en sus habitaciones. El 75 % de los niños de 9 y 10 años son privados de sueño en la medida en que sus calificaciones se ven afectadas negativamente, según estudios del Boston College en 2012.

5. Afecciones mentales. 

El uso excesivo de tecnología digital está implicado como un factor causal en el aumento de las tasas de depresión infantil, ansiedad, trastornos de vinculación, déficit de atención, autismo, trastorno bipolar, psicosis y comportamiento del niño problemático. 
Uno de cada seis niños canadienses tienen una enfermedad mental diagnosticada y sometidos a medicación psicotrópica riesgosa, según el Dr. Waddell.

6. Agresión. 

Contenidos de los medios violentos pueden causar agresión infantil. Los niños pequeños están cada vez más expuestos a la creciente incidencia de la violencia física y sexual en los medios de comunicación actual. Programas de TV retratan sexo explícito, asesinatos, violaciones, torturas y mutilación.
En los EE.UU. se ha clasificado violencia en los medios como un riesgo de salud pública debido a un impacto causal sobre la agresión infantil, según estudios de Huesmann en 2007, cita Rowan.

7. Demencia digital. 

Contenidos de los medios de comunicación de alta velocidad pueden contribuir a déficit de atención, así como la disminución de la concentración y de memoria, debido a la poda de pistas neuronales de la corteza frontal cerebral, según estudios de Christakis 2004 y Pequeño 2008. Los niños que no pueden mantener la atención no pueden aprender.

8. Adicciones.

Los padres atribuyen cada vez más a la tecnología, el aislamiento de sus hijos. Por su parte ante la falta de apego de los padres, los niños se unen a los dispositivos, lo que puede resultar en la adicción. Uno de cada 11 niños de 8-18 años son adictos a la tecnología.

9. Emisión de radiación y cáncer. 

Ya en 2011, la Organización Mundial de la Salud clasificó los teléfonos celulares (y otros dispositivos inalámbricos) como un riesgo de categoría 2B (posible carcinógeno), debido a la emisión de radiación (OMS 2011). 
James McNamee, de “Health Canada”, en octubre de 2011 emitió una advertencia de precaución que indica: "Los niños son más sensibles a una variedad de agentes que los adultos y a que sus cerebros y sistemas inmunes todavía se están desarrollando, por lo que no se puede decir que el riesgo sería igual para un adulto que para un niño". 
En diciembre de 2013 el Dr. Anthony Miller de la Universidad de la Escuela de Salud Pública de Toronto recomendó, basándose en una reciente investigación, que la exposición a señales de radio debe ser reclasificado como 2A (probable carcinógeno), no como 2B (posible cancerígeno).
La Academia Americana de Pediatría solicitó la revisión de las emisiones de radiación EMF de dispositivos de tecnología digital, citando tres razones relativas a la repercusión sobre la infancia.

10. Insostenible. 

Las formas en que los niños son criados y educados con la tecnología ya no son sostenibles –dice Rowan. “Los niños son nuestro futuro, pero no hay un futuro para los niños que abusan de la tecnología”. 




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